Las 5 leyendas urbanas más escalofriantes
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5 leyendas más escalofriantes de México.


Se acerca la noche de brujas y el día de muertos en México. A todos nos encantan estas fechas, nos gusta el misterio, el terror y los relatos de miedo… Pero ¿qué tan valientes somos cuando sabemos que estos relatos pueden ser ciertos?


Cuando los dinosaurios empezamos a poblar la república mexicana, estábamos encantados por sus tierras y su comida. Sin embargo, conforme fuimos conociendo el país, nos dimos cuenta que también está lleno de mitos y leyendas totalmente aterradoras. Halloween y noche de brujas está cada vez más cerca y estos relatos cobran vida cada día que se acerca la fecha y con más fuerza… ¿Qué tan valiente eres para leerlos?

5. Nachito


En el bonito estado de Jalisco, existe una leyenda un poco macabra. El panteón de Belén es muy famoso por su arquitectura y sus tumbas muy bien conservadas. Este panteón da pie a muchísimas leyendas. Sobre todo la de Nachito. 


Nachito era tan solo un niño que tenía nictofobia (miedo a la obscuridad). Lloraba mucho y no podía dormir en las noches. Sus padres dejaban veladoras, lámparas de aceite, antorchas, todo lo que podían, todas las noches en su cuarto para que el niño pudiera dormir. Sin embargo, una noche, el viento apagó la luz y Nachito quedó completamente a obscuras. Fue tal su desesperación y angustia que murió de un infarto. Sus padres lo enterraron en el Panteón de Belén.


Cuenta le leyenda que al día siguiente de ser enterrado, el ataúd apareció desenterrado sobre la tumba. Los padres muy angustiados llamaron a la policía, culpando a los saqueadores de tumbas y sin más lo volvieron a enterrar, pero sucedió lo mismo los siguientes 10 días… Hasta que su madre supo lo que pasaba. Decidió no volverlo a enterrar por su miedo a la obscuridad. Se construyó una tumba especial de pierda que se posa por encima de la tierra. 


Se dice que al pasar por la tumba de Nachito, si pones mucha atención, se escuchan risas de un niño.  

4.- El autobús fantasma


La antigua carretera de Toluca hacia Ixtapan de la sal tiene un terrible secreto. Cuenta la leyenda que el autobús No. 40, el último de la noche, iba por esa carretera hacia su destino en una noche lluviosa. El camión se quedó sin frenos, cayó al barranco y se incendió. Todos los pasajeros y el chofer murieron esa noche.

Cuenta la leyenda, que por esa misma carretera se ve pasar un camión antiguo que todavía recoge pasajeros a la mitad del camino y transporta gente muy bien arreglada. El chofer les pide que antes de llegar a su destino pidan bajarse y sin voltear a ver hacia atrás. Quienes obedecen logran bajarse con vida, quienes no…


3.- La casa de los tubos


Cuenta la leyenda, que, en la gran ciudad de Monterrey, Nuevo León. Un padre y su hija llegaron a formar su nueva vida. La niña no tenía movilidad en sus piernas, por lo que andaba en silla de ruedas y su padre decidió darle un regalo único a su ser amado... Construir una casa llena de rampas para que su hija no tuviera problemas en moverse alrededor de ella. Una casa en forma de tubos.

Conforme la construcción fue avanzando, un terror inexplicable llenaba a los trabajadores, sin ninguna razón aparente. Hasta que un día, uno de los trabajadores se cayó y murió (algo que, desafortunadamente, pasa en las construcciones, por lo que al inicio no pareció raro…) Pero este no fue el único caso, poco a poco más trabajadores empezaron a tener accidentes inexplicables y muchos perdieron la vida. El padre continuó con el proyecto sin tomar mucha importancia a las muertes, hasta que un día, decidió mostrarle a su hija cómo se veía su futura casa.


En un abrir y cerrar de ojos, la niña había caído desde lo más alto de la casa. La construcción fue abandonada. Se dice que el padre se quitó la vida dentro de esa casa y desde ahí, nadie había sido capaz de habitarla.


En la actualidad, la casa de los tubos fue demolida para dar construcción a una nueva casa, ¿Te atreverías a vivir ahí?. 

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2.- Beatriz


Cuenta la leyenda que, en los años 50, durante la intervención francesa, Beatriz, una monja del convento de la ciudad de Durango, se enamoró de un soldado francés. Todos los días y a la misma hora el joven soldado pasaba en compañía de su tropa frente al convento cuyo cuartel militar estaba cerca y Beatriz siempre subía para verlo pasar al campanario.

Una noche el soldado llegó herido a las puertas de la catedral por una emboscada del ejercito mexicano. Beatriz angustiada lo atendió. Con el paso de los días, Beatriz y el soldado se enamoraron uno del otro. Finalmente, el soldado tuvo que retirarse, ya que era el fin de la consumación de la intervención francesa. Se despidió de su amada y prometió que regresaría por ella. Beatriz le dio un regalo a su novio, una medalla, que simbolizaba que lo esperaría. Sin embargo, el soldado jamás regresó. Se dice que lo fusilaron y Beatriz nunca se enteró. Beatriz pasó años, todos los días, subiendo al campanario a esperar el día el cual lo volvería a ver. No se sabe a ciencia cierta si se cayó o se quitó la vida, pero Beatriz cayó del campanario.


Se dice que, desde ese entonces, se puede ver la silueta de una monja en el campanario de la torre izquierda de la catedral de Durango.

1.- La llorona


La leyenda más famosa que existe en México y quizá la que muchos extranjeros conocen de nuestro país. Existen muchas versiones de esta escalofriante historia, pero siempre, el final es el mismo.


Cuenta la leyenda, que, en los años de la conquista española, una campesina se enamoró de un galante caballero español, con quien tuvo 3 hijos fuera del matrimonio. Al paso de los tiempos y por la necesidad de un padre para sus hijos, la campesina quería formalizar su relación con él. Tras la insistencia de la mujer y la negación del caballero, un tiempo después, el hombre la dejó para casarse con una dama española de alta sociedad.


Destrozada por el engaño, una noche, la campesina tomó a sus hijos y los ahogó en el rio para después quitarse la vida al no poder con la culpa.


La leyenda dice que, desde esa noche, se escuchan los lamentos de la mujer que llora desesperada por encontrar a sus hijos cerca del rio de Texcoco “¡Ay mis hijos!”. Mucha gente afirma haberla escuchado, algunos incluso aclaman haberla visto. No sabemos si sea cierto o no, lo que es cierto es que esta leyenda ha dado pie a cuentos y películas y es sumamente famosa.

¿Y tú, te atreverías a corroborar si estas leyendas son ciertas?


 


 



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Autor: Ricardo Blancarte

Especialista en regalos.

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